miércoles, 15 de junio de 2011

Cinco menos cinco XV - Capítulo Final


Saludos a todos... bueno después de tantos años escribiendo algo tan efímero como esta historia, llegó a su final.

Gracias a Camilo, Juan Carlos, Alejo y todos aquellos que siguieron el día a día de esta historia.

Espero no los decepcione... jejejeje no me odien.


Saludos

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Recostada en la cama, con el esfuerzo más grande que pudo hacer, le avisó a Manuel que llamara a Valeria y que consiguiera a Nestor. Garabateó unas palabras en un papel. No podía hablar, pero quería sacar todo lo que tenía en el alma, decir la verdad. Confiaba en que el aura de misterio que protegía a Nestor y a Valeria, les diera la clarividencia de entender las cosas como eran. Apretando el papel fuertemente, dio un respingo cuando entró Valeria, y no se detalló que aquel papel, se rasgó y una parte cayó bajo la cama...

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Cinco menos cinco… ¿Sería la música del alma? ¿Sería tal vez el viento que surcaba el espacio? ¿Los espejos rotos que mostraban los laberintos de la mente?, no sé, tal vez ya sabría que era, simplemente era la nada, el vacío--- que era lo único que podía sentir Nestor en esos momentos.

Se acababa el tiempo, la última estación estaba tan cerca, que Nestor sentía el ruido de las personas preparándose para bajar del tren. Sentía el aroma de Valeria a su lado, pero a la vez, el sonido de su voz alejándose con la misma potencia. Sentía esa mirada de su madre, aquella mirada que no pudo comprender y sobretodo… pensaba en aquella maldita palabra que lo definía todo, Aldrig.

La compañía de aquel triste atardecer con un azul profundo y un gris que iba carcomiendo los árboles, que mecidos por el viento mostraban un paisaje macabramente hermoso, le recordaba aquella última conversación con Valeria.

Mirando el río, con una envidia de libertad, luego de aquella impactante noticia, llegó Valeria a su lado. No podía creer, ella era tan hermosa, perfecta… Intocable e inalcanzable.

-¿Tu lo sabías, cierto? Dijo Nestor con una hostilidad que demostraba la ira contra la vida, y la tristeza que implicaba esa frase.

-¿Saber que somos hermanos? No, pero entendía que si tu madre me odiaba con tanto desprecio, debía ser por algo. Mi padre, Mariano, ha sido más que padre, amigo y leal compañero. Para mí, saber que tu padre es mi supuesto padre, no me significa nada, porque Mariano es más padre que cualquiera, me cuidó y me dio todo lo necesario para ser quien soy, de igual forma, Dolores es más madre para mi que aquella mujer que viste el primer día que nos conocimos. Aquella que murió un día sin decirme nada, sabiendo que ya te amaba. – respondió Valeria mirando el fondo de aquel río, con la voz tan frágil que podía confundirse con el susurrar del tiempo.

Cuándo tu madre enfermó – Prosiguió Valeria, - me mandó a llamar con Manuel. Me miró y me mostró fotos, n habló sólo me miraba y al final cuando salí, sin pronunciar una palabra, la vi sonreír con la sinceridad que jamás había visto.

Nestor miró el cielo y acercándose a Valeria, la sujetó de los hombros y mirando sus ojos de fuego le dijo- Eso significa un hasta nunca- Es el fin de una historia que debió no iniciar jamás. El camino musical, y filosófico que forjamos que no llevo ni lleva a ningún lado. Ganó, ganó la sociedad al fin amparados por un tabú de un amor imposible. La sociedad es tan real, da asco, me repele pero, pertenecemos a ella, y ya no podré luchar más.

Tal vez- respondió Valeria- deberíamos de dejar de pensar en esa sociedad, ser un poco más egoístas. El mundo se vive en soledad, no en sociedad. Acaso ¿Qué nos han dado a favor nuestro? Un repudio, un desprecio, un desinterés… Eso equivale a nada. Nosotros, nos hemos dado a nosotros mismos, una vida, una soledad compartida, y un amor. No podemos dejar eso en el vacío.-

Nestor tomó sus manos pálidas y le dijo- Sé tu misma, sé Valeria. Hay un sacrificio y ese es el amor. Si hay que amarte sin pensar y sin razonar, ahí estaré. No dañaré tu existencia con mi aura imperfecta. No dañaré tu ser virginal, tu perfección. Tu… música, musa, inspiración. Tu, mi todo el amor, la alegría. El pecado, la incitación y el dolor.-

Caminó hacia el pueblo y encontrando a Manuel, lo abrazó. Sin decir palabras se acercó a su casa, recogió su maleta sin desempacar, tomó la guitarra de Pablo y decidió tomar un tren, de un viaje sin regreso. Un adiós definitivo.

-Ultima parada- Dijo el ayudante del tren… Nestor, luego de un viaje extenso, sabía que su siguiente paso, era buscar otro tren, que lo llevara a una nueva nación, una nueva tierra, un nuevo valor. La niña rumiante lo miró con curiosidad siguiendo sus pasos y se asustó cuando al llegar al vagón uno, él observó algo que lo dejó sin respiración. Siguió derecho, esquivando a la extraña que estaba ahí. Nestor lo entendió, cinco menos cinco. Cinco vagones menos cinco vagones. A la salida del vagón, estaba la respuesta. Un nuevo nombre, una nueva razón, un empezar de ceros… pero un mismo amor.

Quemando cualquier recuerdo que pudiera significar algo, en su nueva vida; Manuel antes de viajar a la capital y alejarse para siempre de ese pueblo, encontró en el piso de la habitación de su madre un pequeño pedazo de papel rasgado. Al leerlo, le devolvió la sonrisa que no tenía hace meses, desde la partida de Nestor. Con la letra de su madre, sólo decía : ... Slut att älska.

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